Ayer hablábamos de Andrew Holleran como integrante del grupo literario "The violet quill" o la pluma violeta. Edmund White era otro de los miembros mencionados y me parece adecuado comentar una de sus obras más emblemáticas que también acabo de leer hace no mucho. Al parecer, ese grupo era tan compacto que incluso decidieron repartirse varios campos temáticos para no pisarse demasiado ni ser muy reiterativos. Así, de la vida loca y una homosexualidad consciente y muy asumida de los personajes urbanos de Holleran en "El danzarín y la danza" y sus posteriores obras pasamos ahora a otro registro muy diferente: a las dudas existenciales de un adolescente, que piensa que esa situación será pasajera y acabará por formar una familia heterosexual. Esta novela de 1982, "A boy's own story" como se llama en inglés, transita por las experiencias psicológicas del joven muchacho y nos transmite la dificultad de asumir que puedes ser diferente a lo que la "norma" parece exigirte. Salir del armario no siempre es tan fácil como se suele pintar en estos días (por lo menos en algunos lugares) donde todo el mundo del ambiente anima a la gente gay a "ser uno mismo" y comunicar la condición de homosexual a todo el entorno para vivir libremente y sin mentiras. En grandes ciudades y en algunos países es ya posible pero todavía no es válido para pequeños pueblos e incluso para países enteros (recordemos que todavía persiste la pena de muerte para la práctica homosexual en más de una docena de países y está penada con cárcel en muchos otros más) La obra es bastante autobiográfica y está narrada con una cierta melancolía. Con ello, Edmund White pasa a ser el representante más lírico de esa generación. La obra tuvo continuación hasta formar una trilogía y por aquí se ha editado la segunda parte titulada "La hermosa habitación está vacía".
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